martes, 27 de diciembre de 2011

Repeticiones

La abrumadora brutalidad
de la desgranada garganta
gruñendo aullidos
llamando a los insomnes de la ciudad
luego de la lluvia de verano
Suelo pasar mis días así
encerrado
entre estos cuatro puntos cardinales
y estos cuatro vientos
que secan
pero no fecundan
mis abrumadores
brutales
aullidos
se desgranan en la ciudad
hasta el silencio
previo al alba amarillento
resacoso
Suelo pasar mis días así
encerrado
entre estos cuatro aullidos
míos
y de los insomnes
quienes
Suelen pasar sus días así
encerrados
entre mis cuatro yoes
en verano
entre gruñidos
desgranados

lunes, 19 de diciembre de 2011

Desde adentro

Perdido en la niebla
en busca de afecto
derramado todo el cuerpo triste en el sofá
Sin llanto
pero con ganas de...
una nota de piano lejano
se esfuma en el tiempo
La eternidad en el instante
los ojos fijos en la vieja pared
los pliegues de las manos que acariciaron
a quienes hoy se fueron
o nunca estuvieron
Una nota de piano que marca
el tiempo
la caída
el tintineo

En lo profundo de un cuarto
de la ciudad de cemento
un poeta renuncia
a su oficio
y pulcramente
desprecia a la mujer y a la luna
Hace cenizas su obra
y se quiebra los dedos

sin embargo no pudo con su lengua
ni con su tristeza
el piano suena
el resto del whisky
y otro rato más
y ya sin el poeta
el cuarto vacío
el infinito en el polvo
y el vaso a medio acabar

Amanece sin el poeta
pequeño estruendo
adiós tristeza
una puerta cruje
y todo es testigo

domingo, 18 de diciembre de 2011

nocturno

¿Quién trazó los surcos
en mis manos?
¿Quién puso ese dolor de tango
al trompetista de jazz?
¿Por qué todas las noches
son tan solitarias?
¿Quién acaricia todos los
sueños apacibles?
¿Cómo se conjugan
las palabras en el silencio?

jueves, 8 de diciembre de 2011

Reproducciones

Si pudiera escribir  un poema
      si en ese poema casual
        reprodujera una a una las letras
del mejor poema compuesto en homenaje a

las astillas puestas en posición vertical
hechas de madera innoble
y destinadas a pudrirse en secreto
      y silencio
y benditas por múltiples escupitajos

los papeles vírgenes que morirán
sin que la tinta los toque
y nadie los recuerde

los gatos y perros
   sucios y mojados
abandonados

las lágrimas del desamparo
    y el aburrimiento

los árboles dorados por el otoño

nunca el espíritu sería el mismo

lunes, 5 de diciembre de 2011

Babas del verano

Inmunda materia de este mundo
Tierra debajo de las uñas
Hedor del dulzor de las noches
Quiero perderte
y no puedo

Hoy vuelvo al llanto
al vagido del yo-delicado
Pureza del dolor
desesperación de la desidia
Hoy todo lo busco
y todo es llanto
Nada es ya lo mismo
ni las calles
ni los regalos
ni la soledad

Inmunda materia de esta ciudad
Maldad que subyace en lo profundo de noviembre
Odio ácido que se babea de madrugada
Y en la solitaria vuelta a casa
y en el cuarto vacío
y en los hermosos recuerdos enmarcados

Sol mugriento
sucio de tantos años
hediondo de tanto sudor
Bola amarillenta 
Enfermiza....
como el vómito.....

El verano tornó ácimo
hasta al bendito odio
que ayuda a olvidar todo lo bondadoso
y en la mezcla de la baba
recuerdo y realidad se desintegran
en la sirena constante
que anuncia con furia que esto acabó