Lenta
cae
la
noche
Trauma
sueño
un eco dentro de la cabeza
la sombra del remordimiento amplificado en tres sueños por noche
lenta
cae
la
garua
Pesada
repica
el
agua
en
la cabeza
Ésta
lluvia
La
lluvia
en el vidrio
desprotegido
Otra
lluvia
en
la
misma noche
en
el
mismo cuarto
Suele
la eternidad
ser
ésta lluvia
De madrugada:
Lento
maúlla
un gato perdido
gotas de lluvia de su boca
Lento
me desprendo
y vuelvo al seno
del trauma
sueño
Lento
repiqueteo
de recuerdos
escurridos
y drenados
El fin de
la lenta noche
una posibilidad entre
tantas otras
Pesada
cae
la lluvia
Siempre lluvia
siempre
sombra
noche
soplo
martes, 24 de marzo de 2015
lunes, 23 de marzo de 2015
Una urna
Una urna negra se desplaza por aguas pesadas
El oleaje lame la madera hecha en el roble más antiguo y triste
Hijo de la sombra más eterna,
destello y luego oscuridad
La risa es aún más volátil que la brisa
menos asible que el momento y el recuerdo
lo que escribo es vacuidad
Si no destruyo las palabras
es solo por pudor
un homenaje a las sombras que forjaron y pulieron las palabras
Una urna negra se desplaza por aguas pesadas
El oleaje lame la madera hecha en el roble más antiguo y triste
Hölderlin flota en aguas griegas
Su perfume pulula mezclado con la neblina de otoño
que empaña sembradíos y oleaje
Cuando volvamos a las sombras
y los huesos sean nutriente de otros pastos
Las aguas continuarán siendo
La urna negra flota en aguas pesadas
el eco de antaño
Que repica en sus ángulos
clama tu nombre
El oleaje lame la madera hecha en el roble más antiguo y triste
El oleaje lame la madera hecha en el roble más antiguo y triste
Hijo de la sombra más eterna,
destello y luego oscuridad
La risa es aún más volátil que la brisa
menos asible que el momento y el recuerdo
lo que escribo es vacuidad
Si no destruyo las palabras
es solo por pudor
un homenaje a las sombras que forjaron y pulieron las palabras
Una urna negra se desplaza por aguas pesadas
El oleaje lame la madera hecha en el roble más antiguo y triste
Hölderlin flota en aguas griegas
Su perfume pulula mezclado con la neblina de otoño
que empaña sembradíos y oleaje
Cuando volvamos a las sombras
y los huesos sean nutriente de otros pastos
Las aguas continuarán siendo
La urna negra flota en aguas pesadas
el eco de antaño
Que repica en sus ángulos
clama tu nombre
El oleaje lame la madera hecha en el roble más antiguo y triste
jueves, 19 de marzo de 2015
Ultimo día del verano
Hablemos de lo que nos hicimos de común acuerdo
El dolor mutuo
La penúltima noche del verano en la que decantamos las 90 noches anteriores de insomnia entre tanta sábana ajena
Los días son más cortos, el calor es dulce como el fruto demasiado maduro, ablandado por el tiempo
Es esos días decadentes expectoraste éxtasis
que pudo haber sido inicio
decidiste que fuese final
Ahora solo queda el frío del cuerpo sudado, escupido de tu interior
Y en el último día del verano
Describiste tu humedad en mis ojos y dejaste que se sequen con el frío
El dolor mutuo
La penúltima noche del verano en la que decantamos las 90 noches anteriores de insomnia entre tanta sábana ajena
Los días son más cortos, el calor es dulce como el fruto demasiado maduro, ablandado por el tiempo
Es esos días decadentes expectoraste éxtasis
que pudo haber sido inicio
decidiste que fuese final
Ahora solo queda el frío del cuerpo sudado, escupido de tu interior
Y en el último día del verano
Describiste tu humedad en mis ojos y dejaste que se sequen con el frío
martes, 17 de marzo de 2015
Engendra
Todo mi ser engendra una soledad devastadora
Armemos un paisaje con los fragmentos
El vidrio molido que pude recuperar de mis pulmones
Y los cristales que rajan mis ojos cuando quiero llorar
Ayeres fecundos dan esperma vacío
Las mujeres de mi vida comen mi hígado y depositan en mi sus horrores
Siento vergüenza de desnudarme tantas veces en tantos cuartos en tantas mujeres en tantas charlas nocturnas de fraternidad que se trastocan en madrugadas culposas cuando cae el rocío en las mejillas
Siento vergüenza de mi erotismo y de mis palabras
Cuando quise Ser, en mis días de juventud pensé que podía fecundar y generar una ciudad habitable en mi y junto a alguien
Hoy vivo días de anti-ser hoy anti-ser ¿hoy?
Arremolinado y escupido en un rincón la rabia recuerda, resopla en el oído y atropella en busca de rencor
acurrucado en la sombra me dispongo a partir a mi yo más íntimo
Furiosamente tuyo,
mi yo más íntimo y vacío
Armemos un paisaje con los fragmentos
El vidrio molido que pude recuperar de mis pulmones
Y los cristales que rajan mis ojos cuando quiero llorar
Ayeres fecundos dan esperma vacío
Las mujeres de mi vida comen mi hígado y depositan en mi sus horrores
Siento vergüenza de desnudarme tantas veces en tantos cuartos en tantas mujeres en tantas charlas nocturnas de fraternidad que se trastocan en madrugadas culposas cuando cae el rocío en las mejillas
Siento vergüenza de mi erotismo y de mis palabras
Cuando quise Ser, en mis días de juventud pensé que podía fecundar y generar una ciudad habitable en mi y junto a alguien
Hoy vivo días de anti-ser hoy anti-ser ¿hoy?
Arremolinado y escupido en un rincón la rabia recuerda, resopla en el oído y atropella en busca de rencor
acurrucado en la sombra me dispongo a partir a mi yo más íntimo
Furiosamente tuyo,
mi yo más íntimo y vacío
lunes, 2 de marzo de 2015
Batalla
En la boca vibra el verbo
nunca pronunciado
No fecunda
Plegado como plaga por el orbe
Inunda una vastedad virgen
El verbo de no ser
traiciona la boca, no congenia
El verbo de no ser
no conoce de gestas
Campos de hombres tendidos
y mujeres de ojoslunaderramados
en cuencos herrumbrados
Borbotean como agua pesada
en lo hondo de los cuencos
verbos amargos de despedidas pasadas
palabras pronunciadas con torpeza
inutilizadas y olvidadas por los labios que las engendraron
En cuencos
verbos de hostilidad
que fueron
y que no pueden dejar de ser
permanecen hasta derramarse
y contornear los labios que buscan viejas gestas
nuevos recuerdos de antiguas noches perdidas en insomnios
y calles caminadas sin rumbo
No hay más vida más allá de las palabras dichas
No hay más vida detrás de las palabras dichas
nunca pronunciado
No fecunda
Plegado como plaga por el orbe
Inunda una vastedad virgen
El verbo de no ser
traiciona la boca, no congenia
El verbo de no ser
no conoce de gestas
Campos de hombres tendidos
y mujeres de ojoslunaderramados
en cuencos herrumbrados
Borbotean como agua pesada
en lo hondo de los cuencos
verbos amargos de despedidas pasadas
palabras pronunciadas con torpeza
inutilizadas y olvidadas por los labios que las engendraron
En cuencos
verbos de hostilidad
que fueron
y que no pueden dejar de ser
permanecen hasta derramarse
y contornear los labios que buscan viejas gestas
nuevos recuerdos de antiguas noches perdidas en insomnios
y calles caminadas sin rumbo
No hay más vida más allá de las palabras dichas
No hay más vida detrás de las palabras dichas
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