Todo mi ser engendra una soledad devastadora
Armemos un paisaje con los fragmentos
El vidrio molido que pude recuperar de mis pulmones
Y los cristales que rajan mis ojos cuando quiero llorar
Ayeres fecundos dan esperma vacío
Las mujeres de mi vida comen mi hígado y depositan en mi sus horrores
Siento vergüenza de desnudarme tantas veces en tantos cuartos en tantas mujeres en tantas charlas nocturnas de fraternidad que se trastocan en madrugadas culposas cuando cae el rocío en las mejillas
Siento vergüenza de mi erotismo y de mis palabras
Cuando quise Ser, en mis días de juventud pensé que podía fecundar y generar una ciudad habitable en mi y junto a alguien
Hoy vivo días de anti-ser hoy anti-ser ¿hoy?
Arremolinado y escupido en un rincón la rabia recuerda, resopla en el oído y atropella en busca de rencor
acurrucado en la sombra me dispongo a partir a mi yo más íntimo
Furiosamente tuyo,
mi yo más íntimo y vacío
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