sábado, 28 de agosto de 2010

La luna tuerta en las dos puntas del siglo XX

Tal vez sea que esta noche el cielo está encapotado y todo amenaza con convertirse en diluvio de Santa Rosa, o tan solo que extraño la luna. Algo así me hizo recordar dos hítos que corresponden, uno a la historia del cine y otra a la de la música.
     El primero ocurrió in illo tempore, en 1902. Ese año el pionero del cine Georges Meliés estrena Le Voyage dans la Lune (Viaje a la Luna). La película, de 13 minutos de duración muestra un plan alocado de unos astronomos de ir hasta la luna en un cohete; plan que llevarán a cabo, como bien lo muestra el fotograma más recordado de la película. Como anécdota el jefe del grupo fue el mismo Meliés. Una vez en el satélite explorarán una tierra de fantasía hermosa y exótica, pero que se tornará siniestra en cuanto aparezcan los Lunáticos, extraterrestres agresivos que se esfuman a golpe de paraguas. La historia se vuelve vertiginosa y entretenida a medida que avanza hasta el final. El mundo onírico parece estallar en un festival delirante. Nacía la ciencia ficción en el cine y los efectos, a puro cartón pntado y humo asombraban hasta al más incrédulo.
     El segundo híto me transporta a mediados de la década del 90, más específicamente a 1995. Para entonces  Spielberg ya nos había invadido con sus dinosaurios y nada parecía asombrarnos en el cine en cuanto a efectos y fantasía se refiriese. Entonces una banda de grunge de Chicago decidió volver a las fuentes y homenajear a Meliés, tal vez como parte de los festejos por los 100 años del cine, que por entonces se celebraba. The Smashing Pumpkins editaron Mellon Collie and the Infinite Sadness, una especie de fábula delirante y copuesta para escuchar de noche, con una estética muy cuidada que remitía directamente al cine ingenuo y casero de Meilés. Pero además procuraron recrear el imaginario de la fantasía de los cuentos para chicos que se leían antes de irse a dormir.Todo el conjunto teñido del existencialismo que plasmaron las bandas grunge de Estados Unidos. Uno de los cortes del álbum, Tonight Tonight, hace un claro homenaje al director francés y lo pinta todo con preciosos azules y dorados. La luna tuerta vuelve a aparecer por supuesto, aunque además Billy Corgan, líder de los de Chicago, le agrega su propia imágen de una solitaria Mellon Collie (juego de palabras con Melancholy/Melancolía) y su tristeza infinita.
   Si, esta noche extraño a la luna. Y si ustedes son del mismo parecer, les recomiendo que consigan como sea la película de Meliés o el disco de los Pumpkins y le hagan un digno homenaje.

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