Curiosa reacción la de las personas en transoporte público.
El domingo a la tarde iba a la casa de una amiga en Belgrano, para despues ir a un encuento de bohemios y gente de ralea "cuelgue". Iba en el tren leyendo una selección de las cartas de Groucho Marx. Como tenía un ataque de alergia llevaba en la mano libre (porque el libro del tal Marx era poket) un pañuelo de papel tissue.
Ya había percibido una mirada extraña en mi vecino de banco, pero creí que era porque le hacía mal el sol, o la cantidad de ancianas, o la cantidad de niños, o el riesgo país.
Por una cuestión lógica, cuando tuve que dar vuelta la hoja debí cambiar de posición mi pañuelo. Entonces, quíen se sentaba a mi lado se paró y casi corriendo se fue a sentar al lado del DJ urbano que pasaba para todo el mundo desde su celular raeggeton, cumbia villera o cualquier ritmo repetitivo con letras no aptas para menores de 28 años. Desde ahí me miró lo que quedó del viaje mi ex vecino con ojos redondos y temerosos del contagio.
¡No deja de asombrarme las reacciones que puede causar el terror a la pandemia marxista!
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