Granula finito y desgrana la ciudad.
Incautos y solitarios
Caminan por las calles junto a perros abandonados
Que se asemejan tanto a mi…
Las gotas suspendidas en el aire me abrazan
Y hacen que el barro y el asfalto que piso
Sean más sucios debajo de mi suela
¿Y dónde quedó la mujer?
La perdí entre los pixeles húmedos de la madrugada.
Detengo mi mirada en una ventana empañada
Creo que ninguna otra cosa en la vida me ha parecido más hermosa
Que esa poesía enmarcada.
…Un kioskero triste es mi cómplice…
Las luces de mercurio ceden
Y no hay resto en la resaca de la noche…
… un piano de Satié en mi cabeza
Me invita a continuar caminando
Y es entonces cuando deseo fumar un pucho en medio de la garúa
Aunque nunca en mi vida haya dado una pitada.
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