miércoles, 1 de septiembre de 2010
La tierna soledad del invierno y la búsqueda del amor
Semana lluviosa en Buenos Aires. También ventosa y fría. Se acaba el invierno y con él la temporada de discos para el frío. De entre todos hay uno que me continúa conmoviendo como la primera vez (vale decir, que esa primera vez que lo escuché ya fue hace varios años). Hablo de Adore de The Smashing Pumpkins.
Adore fue, de los discos de los Pumpkins, al que más se lo desprestigió desde la crítica, pero es aquel en el que terminan cayendo todos los fans más temprano que tarde. Y esto es solo por el simple hecho de que es uno de los manifiestos musicales más tiernos que se hayan grabado en la historia del rock. Pero tras tal presentación, vale una breve justificación.
El disco tiene una temática que se repite en todos los tracks: lo sublime del amor. Sublimidad, tal como lo definía Kant, no es solamente lo que se considera ‘bello’, sino es aquella instancia del alma en donde el espíritu se conmueve ante algo inabarcable, en el que caben la fealdad, lo retorcido, lo alegre y lo triste, la compasión y la no compasión. Adore logró englobar los sentimientos encontrados de las personas, y lo hizo desde el frío. Las imágenes del arte no muestran seres juntos. Todos y todo está aislado, pero de algún modo hay armonía. La estética expresionista nunca fue mejor elegida para tal fin. Tal vez nada conmueva más que la persona en soledad y nada alcance un nivel más elevado del alma que la soledad, tal como lo veía Rilke, tal como lo demostró John Coltrane en A Love Supreme. Pero Billy Corgan no se conforma con la soledad, sino que busca cazar al corazón en solitario.
To Sheila: la ternura de la lluvia en verano, el susurro de la banda, la bienvenida al mundo de claroscuros y una manifestación del costado más delicado del primer amor.
Ava Adore: o cómo nos metemos al laberinto de lleno. Tema que plasma otros tipos de amor, la obsesión y la adoración del ser amado como tótem. Ruidoso, pero no estridente.
Perfect: hay mella y nada permanece idílico. Lo irónico del nombre es que se insiste en ver perfección en algo tan imperecto como las relaciones humanas.
Daphne Descends: uno de mis temas favoritos. La ternura de unirse al otro, de ser otor y para otro. Pero me agrada ver que es una mujer quien adora (“You love him”).
Once upon a time: un descanso antes de seguir. Una especie de fábula edulcorada por el ritmo, un petitorio a la madre de dejar ir en busca del deseo al hijo.
Tear: amargura del desengaño por el engaño mismo. Uno de los temas más borrascosos del disco.
Crestfallen: frío, lluvioso petitorio sin esperanzas. Resignación ante el dolor de la pérdida de quien fue y ya no es más. Al dejar de ser el otro, yo quedo devastado (“who am I?”)
Appels+Oranges: pequeño poema sobre descubrir el desamor del otro, el engaño y los cuernos. Pero más que nada es una canción sobre las dudas que causan los celos, ya que nada hay concreto, solo suposiciones.
Pug: canción de la espera. Esperar un llamado una noche cualquiera en busca de gestos concretos a través de la distancia.
The tale of Dusty and Pistol Pete: en forma de fábula Billy Corgan cuenta un cuento de swingers y desencuentros bastante gracioso, aunque no chabacano.
Annie-Dog: las adicciones a las drogas por la desesperación, por la ansiedad, por el “después de todo” esto es lo que queda. Este tema cierra esta parte del disco y será el prolegómeno para la parte final, más íntima y oscura.
Shame: lento y tierno, todo se derrite, todo lleva su tiempo. El tema me remite a la lluvia vista desde cristales empañados. El amor restaura las heridas.
Behold! The Nightmare: este tema es una reversión de “El amor después del amor”, pero lo considero muy superior, porque no tiene los gritos histéricos e innecesarios de Fito Páez. Es el amor que continúa a pesar de la muerte, ya sea física o de la relación. Es amarga la reflexión del final, de pensar que todo fue por nada.
For Martha: balada sobre la distancia más profunda que se conozca. La persistencia a través del tiempo y el lugar, a través de la pena y contra el olvido.
Blank Page: este tema es un fantasma del anterior. Es el más desesperado e íntimo de todos. Escrito y contado desde la cama vacía, desde los ojos ojerosos que ven lluvia y ven amor, pero todo desde la soledad y el anhelo.
17: el disco cierra con un casi silencioso piano de 17 segundos de duración. Remite al poema de la contratapa del book y en el que ruega que se tomen los amantes 17 segundos para no destruir el equilibrio.
Si, Adore es un disco que amo y que rescataría el día que todo colapse. Es la búsqueda lo que nos hace vitales. La lluvia y los grises contienen la poesía suficiente para mantenernos en el amor.
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